Un sueño borroso. Letras pintadas en una pared revestida de papeles. Todo puede suceder: la incertidumbre. En la duda, se nos presenta como posible todo lo que deseamos. Hojas escritas por las manos de un juez, que una tenue mirada hacia el otro lado aparta de la realidad. En sus manos, agarrado fuertemente, un paraguas del color de la vida: tinta roja derramada sobre un mundo gris. Un grito de libertad arrojado por la voz de una niña valiente. Que se atreve. Que fantasea. Sonido de aire, heridas del viento. Una mirada inquieta, un momento de soledad, intimista, pensamientos sueltos, en ebullición. Un torbellino de ideas, un conflicto incesante, la espera… la espera. Y al final, se desprende un pequeño destello de esperanza. Sólo hay que mirar a esa pared, y hallarse con el rostro del futuro.
- Maria João Matos
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